Nada habla con mayor autoridad del hacer de un equipo de trabajo que los resultados que produce con ese hacer. La seguridad es el reflejo de la forma de hacer las cosas y, por tanto, el dominio que utilizaremos para configurar “lo que es” e iniciar el viaje a “lo que debiera ser”. La gran minería registra 34 trabajadores fallecidos durante los últimos cinco años y un total de 75 incluyendo la mediana y pequeña minería[ ]. A fines de junio 2018, el Ministerio del ramo lanzó una campaña para erradicar los accidentes fatales[ ]. Una obligación ética, los accidentes fatales no son lamentables, son inaceptables. A dos años del lanzamiento de la campaña, el Sernageomin registra 11 accidentes fatales sólo en la gran minería. Más aún, al cierre del año 2019, los accidentes de trayecto agregaron otros 10 trabajadores fallecidos activando otro tipo de lecciones aprendidas[ ]. ¿La conclusión es que la campaña ha sido ineficaz? Ciertamente, los resultados no admiten otra evaluación.
Sin embargo, el Sernageomin en cuanto operador de la campaña no puede quedarse sin distinguir la causa-raíz de la ineficacia. Sobre todo, porque ella no está en lo que se hizo mal sino en lo que faltó por hacer. La forma de hacer seguridad en la minería muestra un nivel de logro superior. En 30 años, el Índice de Frecuencia de Accidentes, IF, cayó de 33,3 a 1,5 [[1]]. A pesar de ello, los accidentes fatales siguen siendo una realidad en la minería. El más reciente, en Codelco Radomiro Tomic, muestra que seguir haciendo lo mismo produce los mismos resultados. Si no se cambia, la forma de hacer seguridad seguirá presionando para que se ejecuten las mismas prácticas que la constituyen. Como consecuencia, una campaña que generó expectativas porque suponía una transformación relevante quedó lejos de superar el efecto condicionante ejercido por la forma de hacer seguridad, al punto de anularla y hacerla desaparecer. Mostraremos que los accidentes tienen implicaciones que van mucho más allá de las lesiones personales.
[1] Sernageomin. “Accidentabilidad Minera 2018” y “Accidentabilidad Minera 2019”. Servicio Nacional de Geología y Minería, Gobierno de Chile, pp. 2 y 3.